El Calabozo está a oscuras pero entra una pequeña linea de luz por una rendija... Hay ratas y cucarachas, un taburete y un machete tirado en el suelo justo a la entrada.
Machete: Te suma +1 al dado contra monstruos. Se puede usar después de ver el resultado (sino te interesa.) Una vez usado, se descarta.
"El machete es mío." Escuchas una voz grave. "Pero puedes quedartelo, necesito tu ayuda." Te fijas que al fondo, tras las rejas hay un hombre muy grande y robusto, con cara seria que se está dirigiendo a ti.
"Me encerraron injustamente y no hay manera de salir. Creo que tú podrías ayudarme... Estoy cansado de la dieta que me autoproporciono pues hace meses que nadie pasa por aquí. El guarda tiene las llaves del calabozo, imagino que estarán en su caseta."
No sabes si fiarte pero él sigue hablando... "Yo era mercenario. Te ofrezco un trato; Libérame de aquí y a cambio, solo tienes que darme un nombre... Dime el nombre del jugador que quieras y una vez salga de aquí iré a buscarlo y lo meteré en el calabozo. Luego como si quieres tirar la llave al lago."
En el supuesto caso de que haya un jugador encerrado en el Calabozo deja de estar en la partida. No está muerto, pero tampoco cuenta como vivo. Mientras no sea liberado solo podría escribir a quién visite el calabozo.