En eso estoy con Salvator. No estoy seguro hasta qué punto sea bueno jugar con todas las cartas sobre la mesa en una partida donde intuímos que el malo principal debe cumplir una misión para ganar.
Sobre lo que comentas César, se supone que el tercero es el que abría la sala/puerta que no hemos podido desbloquear. Nos ponía que nosotros dos no podíamos ir.