En este momento a los humanos nos interesa tanto matar demonios como matar dioses.
Quedan nueve jugadores:
Dos dioses
Tres demonios (supondré que hemos matado uno)
Cuatro humanos
Si hoy mueren dos humanos la hemos cagado. Y precisamente hay un demonio y un dios que tienen voto doble. O sea que no valen empates, al que se linche hay que hacerlo en masa y rezar por acertar.