Al final iban a misiones como la Copa de Fiso, Dae, Spidy y Sigfried y ninguno sabía si era bueno o malo.
Eso fue algo que yo no entendí. Fuimos a misiones un poco a random pero se podía tirar de la lengua. Ejemplo: tu caíste por estar en mercaderes. Si hubieras leído ese grupo y cantado que karinsky era de mordred. El sacrificado hubiera sido karinsky.
El ermitaño avisó que veía un aura mala. Eso me apuntó a mí y se acertó. Aún así fui a misiones. Lo lógico hubiera sido nevera de toda la vida para los cuatro.
Los primeros días fueron lentos que no inútiles. Lentos porque días de un día hubieran aportado algo parecido.
Ya he leído que no, pero para muchos exiliar era fin de partida. Así que evitaba ese objetivo y dabas datos. Yo hablé de mis sueños (coca me cazó por ello) por no parecer malo.
Es decir, esos primeros días fueron lentos pero dieron las pistas para que los Arturicos estuviéramos todos marcados.
Yo supuse mensajes estándar con algún cambio y tontamente pensé que la mayúscula era igual para todos y los matices iban en minúscula. Así que todo lo que decía cuando iba ese trozo en minúscula lo meditaba.
No era así
Transmutar estaba muy roto. No digo que no, pero me llegó como las últimas 4 opciones. Quita el vidente y quizás lo hubieras pasado mejor. Como te haces un farol si no sabes ni quién juega y además alguien mira tú nombre.
Recibí un doble escáner. Eso fue un escáner que evite para mí equipo pero lo más importante. Mi jugada era para que Horak mirara a Alma y me salió bien.
A veces pensamos que lo hemos hecho perfecto pero miramos al salir y vemos que a veces nos indujeron.
Yo la lié porque alguien tuvo los cojones de sacar los sueños al general (spidy). Yo pensé, loco, pero esa locura fue una jugada increíble que a mí me hizo cagarla.
Cuando leí porque coca o Xolo no jugaron flipé. En la vida pensé en eventos de ese estilo. No existieron pero de haber existido, yo nunca hubiera caído.
P.D Calvo puede dar fe que quería matarlo cuando vi lo diferente que eran los mensajes. Aunque más quise matarlo cuando no nos dio nuestro velocirapror