El nuevo escenario está mucho más claro. Es un hombre que, como la panadería está cerrada, vivirá mucho, pero se le hará muy largo. Por eso tiene una espada y ha decapitado a un pobre señor con bastón que ha pasado por ahí. ¿Sabrá el siguiente mantener este nivel de angustia humana?
Zaratustra escribe: "
Me encuentro la panadería cerrada y del cabreo me pongo a asesinar transeúntes cual antihéroe en busca de venganza."
Por supuesto, todo el mundo entiende esa sensación, a quién no le ha pasado. Nadie quiere pensar en la muerte propia, es mejor ir a matar a nuestros semejantes. Pi_ también comprende de qué estamos hablando, incluso dibuja al protagonista de la historia con una inquietante sonrisa que nos hace dudar de si realmente quería comprar pan.
Pi_ dibuja: